PRIMEROS PASOS EN NUESTRA HUERTA
El trabajo en la huerta como cualquier otro necesita de un mínimo de organización, por eso es que conviene antes de empezar a trabajar armar un esquema de las etapas que tenemos que cumplir en la huerta.
A) Elección del lugar
En realidad el espacio suele ser el limitante mas serio que tenemos para hacer nuestra huerta por lo que el lugar lejos de ser una elección es un recurso sin demasiadas alternativas, como no sobra el espacio debemos hacer la huerta donde podemos. De todos modos indicaremos aquí cuales son las condiciones ideales de un terreno para hacer la huerta.
En principio necesitamos que el lugar sea soleado con mucha luz, cuanto mas sol tengamos sobre el terreno será mejor y nunca menos de 5 horas diarias de sol.
La superficie será un determinante de las cosas que podamos hacer en la huerta cuando mas grande sea nos dará mas posibilidades pero también tenemos que tener presente que mayor será la cantidad de tiempo que tendremos que dedicarle, se puede determinar que con una superficie de 50 metros cuadrados, es decir 10 metros por 5 metros tenemos espacio suficiente para una huerta que abastezca a una familia tipo durante todo el año de toda la verdura que necesita.
El terreno debe estar limpio sin chapas ni piedras, ni plásticos ni vidrios, ni huesos ni ramas, ni alambres, todas estas cosas y cualquier otra que pueda causar daño o entorpecer el trabajo deba ser sacada del lugar. Lo primero que tenemos que hacer una vez que decidimos el lugar para la huerta es limpiarlo y cercarlo lo mejor posible.
En cuanto a la orientación la mas conveniente es de nor - noreste de ese modo la huerta va aprovechar al máximo los rayos del sol, también resulta conveniente tener un reparo hacia el sur que puede ser una pared, una empalizada de maderas o de chapas alguna cerco vivo como ser ligustrina etc. Esto nos brindará sobre todo en invierno protección por los vientos fríos del sur.
Otra cuestión importante es tener cerca una fuente de agua para regar la huerta, puede ser una bomba, una canilla para poner una manguera, en su defecto podemos colocar uno o más tambores o tanques para llenarlos de agua y luego desde allí proceder a regar la huerta.
B) Sobre la preparación del suelo.
Una vez que hemos limpiado el terreno lo cercamos cortamos todo el pasto y aseguramos la provisión de agua, comenzamos a preparar el terreno. Lo primero que debemos tener en cuenta es la condición del terreno y la historia del mismo, si en el lugar nunca se ha hecho huerta lo mas probable es que el terreno este muy endurecido al menos de forma superficial y con gran cantidad de raíces de malezas que deberemos proceder dentro de lo posible a sacar para dejar el terreno apto para el cultivo. Para remover el suelo usamos en general la pala de punta, siempre es preferible tener una buena pala no solo con una buena hoja de acero resistente y de buen espesor, las palas de marca son las mejores, aunque siempre un poco mas caras, pero una buena inversión vale la pena en este caso. Es recomendable aunque no obligatorio proceder al cambio del mango de la pala, si conseguimos un tramo de caño galvanizado de ¾ de pulgadas de aproximadamente 90 centímetros de largo y unos 30 cms. de planchuela con ese escaso material un buen herrero puede hacernos un mango especial para nuestra pala, se podría decir que al tener mango de caño galvanizado la pala puede ser mas pesada y cansarnos más. En realidad esto no es así porque el mayor peso del mango debemos utilizarlo a nuestro favor cuando hundimos la pala en la tierra y si trabajamos adecuadamente como veremos mas adelante no necesitamos estar levantando la pala por el aire. No levantaremos la pala porque en todo momento trataremos de no dar vuelta la tierra, siempre tratamos que el pan de tierra que la pala mueve quede del mismo modo que estaba no debemos poner la palada “cabeza abajo” esto es así porque como veremos mas adelante por razones biológicas siempre la parte mas rica, mas fértil del suelo esta en los primeros 5 a 10 centímetros, por lo que si nosotros invertimos la posición del pan de tierra de la palada lo que hacemos es meter esa mayor fertilidad a 30 centímetros de profundidad, lejos del alcance de muchas de las raíces de las plantas que cultivamos en la huerta.
Una vez que hemos removido todo el suelo con la pala debemos intentar sacar con la mano o ayudados de un rastrillo o laya o mismo con una horquilla las raíces de las malezas mas agresivas ( gramilla, lagunilla, sorgo de Alepo, y algunas otras especies fundamentalmente las rastreras que tienen tallos subterráneos muy desarrollados e invasores, estas especies que nombramos es conveniente destruirlas, quemarlas o ponerlas en bolsas para que se las lleve el basurero y así no queden cerca de la huerta dado que son muy resistentes e invasoras. Cuando terminamos estos trabajos con la azada dividimos el terrenos en tablones y surcos, si elegimos hacer tablones estos no deben tener mas de 1 metro de ancho para poder trabajar con comodidad.
Preparado el suelo estaremos en condiciones de comenzar a sembrar, si no podemos hacerlo en seguida se recomienda cubrir el suelo recién punteado con algún material vegetal que pueden ser hojas de pinos o similares o bien puede ser el residuo que se junta cuando se corta el pasto en los parques, también puede utilizarse cañas de maíz y el rastrojo de otros cultivos esto sobre todo si estamos preparando el suelo en condiciones de alta radiación solar para evitar desecamientos abruptos. Luego de esto viene el tiempo de sembrar pero eso lo veremos en otra entrada.