El término Huerta orgánica es un caso claro de redundancia. No existe ninguna huerta que pueda “no ser orgánica” excepto si se nos ocurriera cultivar plantas de plástico. De todos modos para no meternos en la dificultad de explicar la redundancia y sobre todo de encontrar un nombre mas adecuado dejaremos las cosas como están y utilizaremos el término “huerta orgánica” como se hace comúnmente.
CONTEXTO HISTÓRICO, REVOLUCIÓN VERDE
A mediados del siglo pasado, surgió una corriente científica, que a partir de una investigación y proyección de los resultados de la misma, llegó a la siguiente conclusión. En el futuro inmediato, el crecimiento de la población mundial, tendría una aceleración mucho más importante, que la capacidad para producir alimentos. Esta situación generaría, según estos científicos, una hambruna generalizada en todo el planeta, con epicentro en los países periféricos densamente poblados y con su población en fuerte crecimiento.
Ante esta situación, que describieron como dramática, expresaron la necesidad de desarrollar tecnologías específicas, tendientes a incrementar la producción de alimentos en todo el mundo. Esta corriente científica fue abrigada, política y económicamente, por algunos estados y sobre todo, por grandes grupos empresarios. Así nace lo que hoy conocemos como “Revolución Verde”, un concepto que encierra una larga lista de productos, prácticas agrícolas, decisiones empresariales y políticas de estado. Este es el inicio de un camino que llega hasta hoy y da forma a las nuevas metodologías de producción de alimentos.
La revolución verde postuló la necesidad de acoplar, la investigación científica, con las decisiones políticas y económicas y se valió de diversas herramientas específicas.
Así es como aparecen el extraordinario desarrollo en maquinarias agrícolas, la conformación de una batería de productos químicos aplicados al cultivo de la tierra, insecticidas, herbicidas, funguicidas, fertilizantes etc.
La inversión de enormes cantidades de dinero en la investigación genética, con la creación de nuevos cultivares y razas, aplicados a la producción de alimentos, tanto vegetales como animales. Este desarrollo tecnológico y científico, esta acompañado por cambios estructurales en la conformación de los sujetos encargados de producir en el ámbito agrícola. Una extraordinaria concentración de la tierra, es acompañada con una casi suicida extensión de la frontera agrícola, llevando el cultivo, cada vez más, hacia tierras marginales. Cambiando abruptamente la fisonomía de esos terrenos y produciendo verdaderas catástrofes humanitarias y ambientales, como deforestaciones, desertificación, inundaciones, cataclismos, con las inevitables consecuencias de migraciones forzadas, empobrecimiento de las poblaciones autóctonas establecidas en las regiones violentadas y la aparición de un modelo de producción, que se conoce como la agricultura sin agricultores, que por todo lo planteado hasta aquí, termina acelerando el proceso que supuestamente se trataba de impedir con la aplicación de los criterios de la revolución verde, es decir, la hambruna y la catástrofe humanitaria.
LA AGRICULTURA ORGÁNICA, ANTÍTESIS DE LA REVOUCIÓN VERDE
Como suele ocurrir, frente a esta corriente de pensamiento, comienza a aparecer otra que plantea alternativas en muchos casos en conflicto con ella.
Científicos, profesionales del sector, pensadores y políticos, pero fundamentalmente campesinos, comienzan a dar forma a lo que se conoce como la agricultura orgánica, una especie de antítesis de la revolución verde, que en principio se restringía a los aspectos técnicos del cultivo pero de a poco fue tomando cuerpo como corriente del pensamiento, filosófico, económico y político sobre todo en los últimos tiempos con la verdadera masificación de los procesos de lucha llevados adelante por los activistas ambientalistas y ecologistas.
En realidad la Agricultura Orgánica no representa gran novedad, en todo caso la novedad es recuperar viejas prácticas, en algunos casos ancestrales, de los pueblos originarios de América y de otras partes del mundo para para restablecer una relación amistosa con el medio ambiente y fundamentalmente con la pachamama.
A lo largo de este taller iremos describiendo las distintas, prácticas y técnicas que se aplican en la agricultura orgánica, mas específicamente en el punto que nos convoca, la huerta familiar, de todos modos los dejaremos establecidos para que los asistentes se vayan acostumbrando a los mismos.
Así como la revolución verde hacia hincapié en una serie de herramientas, nosotros también lo hacemos fundamentalmente los elementos que se manejaran serán, la asociación de especies, rotación de cultivos, la producción de nuestro propio abono de características orgánicas y la elaboración de productos repelentes de insectos y plagas como así también el control biológico de plagas.
Los responsables de este taller nos hemos formado en el marco del programa prohuerta del INTA, pero es necesario dejar en claro que no involucramos al programa en nada de lo que aquí se pueda decir. Dicho esto, expresamos que consideramos que el conocimiento científico, la innovación tecnológica, las nuevas herramientas que la ciencia entrega al hombre no pueden ser enemigos de la posibilidad de un crecimiento y desarrollo sustentable, por estimamos que no se puede abogar desde el fundamentalismo de ningún tipo y que el conflicto revolución verde agricultura orgánica debe ser resuelto en el punto justo que determine el máximo beneficio sustentable en el tiempo y que este beneficio sea una herramienta de inclusión de igualdad y justica social para toda la humanidad y no una mezquina forma de acumulación de riquezas de los sectores privilegiados de la comunidad mundial.